Estas flores silvestres son autóctonas de la sierra de Madrid. Madrileño de nacimiento y corazón, durante los veranos de mi infancia me perdí por la sierra madrileña incontables veces. Este tatuaje representa esos veranos de niño, en el pueblo, con mis abuelos y en la naturaleza.
Me considero una persona con mucha suerte, soy muy afortunada. Este tatuaje me lo hice cuando aprobé una oposición después de trabajar muy duro. No quiero olvidar nunca lo afortunada que soy y todo lo que tengo en la vida
Mi amigo, mi familia, mi consejero silencioso, mi compañero de vida…
Ya no me recibe con saltos y lametazos cuando llego a casa, pero su alegría me acompaña todos los días.